Standartd llegó a la pista tucumana con un objetivo claro: demostrar que estaba a la altura de las grandes exigencias. Y lo consiguió con creces. En su primera presentación en el hipódromo local, el pupilo de César “Rulo” Assad se adueñó del clásico “83° Aniversario del Hipódromo de Tucumán”, batiendo a adversarios de peso con una actuación que combinó velocidad, resistencia y temple.
El descendiente de Manipulator cubrió los 1.600 metros en el notable tiempo de 1’38”1/5, relegando por 2 1/2 cuerpos a Golden Warrior, que intentó sin éxito poner en riesgo su victoria. “Ganó en gran forma. Confirmó que es un gran caballo y que se adapta perfectamente a distancias de fondo y mediofondo”, expresó el jockey José Alfredo Vizcarra, líder de la estadística, que lo condujo con gran eficacia.
Intensa lucha
Desde el mismo salto inicial, Standartd marcó presencia. Luchó palmo a palmo con Mr. Aidan durante los primeros 800, con parciales veloces que habrían desgastado a cualquier otro. Pero el nieto materno de Candy Ride mostró una acción firme y pareja, sin dar señales de fatiga. “En el codo, cuando le saqué medio cuerpo a Mr. Aidan, supe que íbamos a ganar. Es muy galopador, y a los que vienen de atrás se les hace difícil alcanzarlo”, detalló Vizcarra.
El primer intento de amenaza llegó de parte de Latan Craf, que acortó distancia hasta ponerse a tres cuerpos. Sin embargo, la yegua nacida en el haras Firmamento no tuvo resto para ir por más. Fue entonces cuando, en plena recta final, Golden Warrior apareció con una atropellada potente que despertó cierta expectativa en la tribuna. Pero Standartd, con la serenidad de un veterano, mantuvo el control de la situación. “En el final se amansó un poco, aunque nunca estuvo en riesgo. Ganó con mucha solvencia”, aseguró su jinete.
La victoria tiene un valor especial no solo por el marco del clásico, sino por el recorrido reciente de Standartd. Desde principios de año radicado en Tucumán, había sumado experiencia con tres presentaciones en clásicos de Santiago del Estero, con una victoria y dos segundos puestos. Este triunfo confirma que la adaptación fue total y que su potencial todavía tiene margen de crecimiento.
En la caballeriza “Piedra Grande” el entusiasmo es evidente. Un debut así no pasa inadvertido, menos aún con la mirada puesta en objetivos mayores. Y el próximo desafío ya asoma: el Gran Premio “Batalla de Tucumán”. Allí, en una distancia exigente y ante la élite del turf regional, Standartd buscará ratificar que lo suyo no fue casualidad.
Puntero
Su actuación dejó algo claro: no es un caballo que dependa de las circunstancias, sino que sabe construir su victoria desde la misma largada. Tiene una actitud de lucha inquebrantable y una frialdad que le permite dosificar esfuerzos para rematar con autoridad.
Standartd no solo ganó en su debut en el turf tucumano: se presentó como un verdadero candidato a los grandes trofeos. Y si algo quedó flotando en el aire tras su paso por la pista es la certeza de que este zaino apenas ha dado el primer golpe de una campaña que puede convertirse en una historia de gloria.